¿QUE ES LA REPUTACION EMPRESARIAL O CORPORATIVA?
La reputación es el reconocimiento que hacen clientes
y la comunidad en general del comportamiento de una empresa a partir del grado
de cumplimiento de sus compromisos.
La reputación es lo que transmitimos fuera de la empresa es como
queremos que nos vean va de la mano de la Visión y Misión, del actuar de sus
colaboradores y su propio reputación o actuar.
A raíz de lo anterior podemos decir que la buena reputación exige tres condiciones:
·
La existencia de valores con un sentido y un significado claros
para todos los miembros de la organización; que constituyan referencias de
conducta para los miembros de la organización en su relación entre ellos mismos.
·
Un comportamiento corporativo comprometido y explícito, con los
clientes de la empresa lo que, desde mi punto de vista, implica dos requisitos
ineludibles:
o
Que el estándar de ese comportamiento supere la media del sector.
o
Que los compromisos sobre los que exista una declaración
explícita por parte de la empresa se cumplan siempre y en cualquier
circunstancia.
·
La propia gestión de la reputación y que ésta sea proactiva.
Cuando se atiende clientes hay una constante a que los errores pasen. Por más atención que se presten a los detalles, ningún negocio está exento por razones propias o de terceros, de incumplir su promesa de valor a los clientes. Proveer información equivocada, enviar los productos equivocados o cobrar el precio incorrecto, son cosas que sucederán debido al factor humano.
Un
incidente que hace que los consumidores reconsideren la imagen de su compañía
puede ser una difícil experiencia de enfrentar y recuperar. Sin embargo, la
clave está en reconocer y atacar el problema, definiendo lo que va a hacer para
corregir la situación y al mismo tiempo preservar la relación del cliente con
su organización.
¿Cómo recuperar la confianza de los clientes?
Reconozca
su error
Lo
primero es reconocer que las expectativas de servicio del cliente no han sido
cumplidas. Cuando el cliente le esté explicando, desde su punto de vista, qué
fue lo que falló, escuche atentamente y no interrumpa. Lo importante es obtener
toda la información posible de la situación. Si debe hacer alguna validación,
hágala tan rápido como sea posible para que el cliente vea que usted también
está preocupado. Después de verificado, reconozca su error. Una vez el cliente
se siente escuchado y que la situación ha sido expuesta, su nivel de molestia
disminuye dramáticamente. Incluso parte de reconocer su error es informarle la
situación, aún si él mismo no ha detectado la anomalía. Esto construye
confianza y demuestra transparencia en la relación. No espere que el problema
reviente, anticípese antes que sea demasiado tarde.
Ofrezca
una disculpa
Por
sencillo que parezca, muchas empresas no ofrecen una disculpa. Piensan
equivocadamente que los pone en una posición de desventaja, cuando es
justamente todo lo contrario. Ofrezca una disculpa genuina. Explique lo que
sucedió y por qué sucedió, de manera que el cliente reconozca que tiene un
claro entendimiento de la situación y que hará lo que sea necesario para
enmendarla.
Ataque
el problema
Atacar
el problema significa hacer lo que debe hacer para decididamente enmendar la
situación. La forma de hacerlo dependerá del perfil de sus clientes. Para
grandes e importantes clientes, contáctelos directamente, discuta la situación
y las soluciones a implementar. Si atiende clientes masivamente y es difícil
hablar uno a uno con ellos, una comunicación honesta explicando lo sucedido y las
medidas tomadas será bien recibida, como la que
envió GoDaddy cuando se cayeron sus servidores y afectaron a
millones de usuarios.
Empodere
a sus empleados
Dependiendo
de la magnitud del problema y de la solución, es fundamental que los empleados
tengan autonomía y las herramientas correctas para enmendar la situación y
poder dar una respuesta al cliente. Deben estar en capacidad de hacer su trabajo
y sentirse equipados para implementar lo que se les pide. Por ejemplo, las
personas de atención telefónica deben estar ampliamente documentadas en las
posibles situaciones que pueden surgir con un cliente inconforme. Para esto
pueden escuchar ejemplos de casos similares y practicar la mejor forma de
enfrentarlas.
No
repare en gastos
Esta
puede ser una decisión difícil, dependiendo del valor que represente el cliente
en el tiempo. Sin embargo, demuestra el nivel real de compromiso que tiene con
ellos y con brindar una solución de fondo. ¿Hasta dónde está dispuesto a asumir
para recuperar la confianza de un cliente? ¿Propende por relaciones
satisfactorias de largo plazo o simplemente relaciones esporádicas netamente de
compra-venta? En cualquier caso lo correcto es responder a los clientes, sea
que vaya a seguir trabajando con ellos o que sea una venta única y esporádica.
Son los principios éticos de la compañía. En contraste y como demostración de
lo que no debe ser, están los conocidos casos de supermercados o empresas de
telefonía que han lanzado publicidad engañosa a sabiendas que es mayor el
beneficio que la multa que deberán pagar.
Mantenga al cliente informado
Nuevamente
dependiendo del tamaño de la situación y del tiempo que lleve solucionarla,
siempre mantenga informado al cliente de lo que está sucediendo. No espere sólo
a tener grandes noticias para compartirlas, cada detalle dará tranquilidad y
permitirá saber que las cosas están avanzando y evolucionando, que está
haciendo algo al respecto. Para esto, llamar, enviar informes periódicos a
través de correos electrónicos o publicar en las redes sociales, son muy buenas
alternativas. Las palabras sin acción no tienen sentido.
Prometa
menos y entregue más
Un
error trae consigo la posibilidad no sólo de recuperar la credibilidad, de
demostrar lo confiable que es usted y su negocio, sino también de sorprender al cliente.
La oportunidad de enmendar un error o dificultad con un cliente, expone y
demuestra su talante. Los buenos proveedores se conocen en los momentos de
crisis. Cuando las cosas van bien, cumplir las expectativas es relativamente
fácil. Cuando surgen dificultades es cuando sobresalen las compañías que tienen
una férrea convicción y vocación de servicio al cliente. Ofrecer algo adicional
como compensación es una muy buena forma no sólo de reconocer un error, sino de
voltear la situación para que el cliente quede gratamente sorprendido.
Conclusión
Enmendar un error y
recuperar la confianza de un cliente es fundamental para mantener la reputación
del negocio. Si bien los errores pasan, el cliente depende de usted para que
resuelva la situación rápidamente. Reconozca el error, ofrezca una disculpa y
ataque el problema determinando lo que va a hacer al respecto y manteniendo
informados a sus clientes.
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